Con el transcurrir de los años dedicada a las exploraciones vasculares se han acercado a mi algunas personas para solicitar información de cuál sería el texto ideal para un informe de ecografía Doppler. Por ello, aprovecho la ocasión para expresarles de manera respetuosa mi opinión a tal solicitud.
Es frecuente en quienes se inician en la ecografía el deseo de tener un apoyo a la hora de redactar un informe. Algo que luce muy común, y hasta inocente, puede sin embargo convertirse en una costumbre inflexible que lleva a muchos a la redacción de informes repetitivos con el riesgo de la pérdida de la individualización que cada paciente merece.

No existe un modelo de informe ideal, si existen en cambio hojas donde descargar información cuantitativa o gráfica que luego permitirá redactar este informe. No es falso que hay libros con modelos de estas hojas y contamos además con esquemas de los pasos a seguir en la redacción que buscan no obviar elementos. Sin embargo, modelos de informes prefabricados que sirvan para todo son poco factibles.
Sin ir más lejos, para el caso de la patología venosa de los miembros inferiores resulta difícil concebir un informe amigable y útil que contenga todas las posibilidades que involucra tal enfermedad tales como variantes anatómicas (extremadamente frecuentes), patrones de reflujo, entre otros mecanismos de la enfermedad.
Bajo mi punto de vista el informe de un estudio vascular debe ser individualizado y derivar de un sólido conocimiento de la anatomía, patología y hemodinamia vascular unido al conocimiento de las opciones terapéuticas existentes y cuáles son los datos pertinentes a expresar en este informe para colaborar en la la solución del problema de nuestro paciente.
No hay textos predefinidos “ideales» porque los pacientes son seres cambiantes, caer en plantillas iguales para todos luce irreal y a mi modo de ver puede hacer perder la confianza en el explorador y su equipo de trabajo. Ejemplos de esto tengo muchos y tendría para escribir un anecdotario que no es el objeto del presente artículo pero si les puedo contar que hemos visto informes que parecen la redacción de algún libro de anatomía, lleno de datos morfológicos que lamentablemente no fueron cuidados pues algunos no son carentes errores y que al final de esta novísima obra, muchas veces de algunas páginas, no brindan información certera, no son nada útiles y hasta llegan a agotar al lector, generando, además de poca información, el gasto del estudio y para colmo de males en algunas ocasiones pueden terminar con algo tan decepcionante como concluir: “insuficiencia venosa superficial” y nada más, algo que sabe hasta nuestra recepcionista sin mayor entrenamiento en la materia.
Es lamentable, pero no es raro, conseguirnos otros muchos casos de informes rígidos, extensos e irreales. La explicación tal vez radica en la gravemente errada poca importancia que se le da al estudio de una patología de alta prevalencia y que puede ser limitante para el paciente que la padece con un costo importante tanto para él como para su familia y la sociedad.

Por ello, les recomiendo, no empiecen a hacer estudios vasculares si no se encuentran al lado de alguien con experiencia que los corrija y oriente, quien le brinde orientación sobre un esquema de cómo organizar la información que sería lo realmente deseable, busquen la ayuda del cirujano o médico que establecerá el tratamiento quien le pueda orientar sobre los datos necesarios o innecesarios, no hagan exploraciones sin estudiar anatomía, hemodinámica, terapéutica. Nadie nace conocedor de las cosas, todos tenemos que aprender y antes de correr hay que ponerse en pie.

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