La indemnidad de Venas y Arterias es una preocupación para las personas. La verdad no sé cuántas veces he oído a pacientes adultos con obstrucción vascular preguntarme cómo pueden eliminar esa enfermedad o cómo “limpiarse” las venas o arterias, según sea el caso, esperanzados en que esto textualmente sea posible.
¿Se puede limpiar las arterias y venas?
Lo primero que hay que aclarar es que la salud vascular debe cuidarse mucho para evitar que se pierda pues una vez estos vasos se enferman difícilmente, por no decir casi nunca, los veremos revertir a una condición absolutamente normal. No quiero decir con ello que no podamos mejorar – o reducir – el riesgo vascular, pero pretender dejar las arterias o venas como nuevas con algún medicamento para limpiar los vasos sanguíneos es poco realista.
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Desde el punto de vista personal es un duro momento cuando un paciente con graves problemas hace esta pregunta pues la realidad generalmente no es la deseada y la explicación pasa por instantes no muy agradables de despertar a los hechos consumados, algunos por enfrentarse de modo consciente al riesgo y otros por ni siquiera sospecharlo. Tal es el caso de los grandes fumadores que por lo general son conocedores de los efectos negativos del tabaco, han sucumbido a esta adicción y ahora deben enfrentar las temidas consecuencias. Otro es el caso de pacientes quienes son portadores de alguna dislipidemia familiar y que han llegado a un problema vascular hasta sin saberlo. Hay muchos casos, finalmente el problema se establece y es deber reducir su riesgo de eventos cardiovasculares y mejorar su calidad de vida.
La actitud del paciente es muy variable como variables son sus motivaciones, hay quien pregunta cómo «quitarse el problema» por negación ante la desesperación, algunos por desconocimiento, otros por que creen que esto es fácilmente posible (falsa creencia de la medicina como ciencia todopoderosa), algunos embaucados al escuchar publicidad dudosa de quienes afirman ser capaces de “limpiar” los vasos sanguíneos con sueros, medicinas o remedios naturales, o peor, que equivocan conceptos y creen que los procedimientos médicos como el cateterismo cardiaco, la angioplastía o el stent son capaces de «limpiar por completo» sus arterias, pues no lo son, realmente son procedimientos muy útiles, y hasta salvadores en algunos casos, pero sólo expanden un poco el área obstruida, no obstante, la enfermedad que han mejorado, cuando se trata de ateromatosis, queda aún subyacente en diferentes grados.
Algunos hechos que deberemos entender son que salvo excepciones, como los trombos localizados, la enfermedad vascular no se limita sólo a un vaso sanguíneo, suele afectar a todos los vasos de la economía, aunque no lo veamos. Otros hecho es que una lesión grande puede ser peligrosa pero una pequeña no es despreciable, al contrario, muchos de los ictus se deben a placas de ateroma pequeñas con capacidad embolígena.
Desobstruir las arterias
Tanto arterias como venas no son lo mismo que la tubería inerte de una casa, no se pueden limpiar y volverlas a su estado primario con una máquina o algunos líquidos, tan es así que ambos vasos tienen en su interior una fina cubierta llamada endotelio que a la más mínima agresión activa una serie de sustancias y mecanismos que promueven la trombosis y con ello su obstrucción, donde algunas veces puede ser más dañino el remedio, aplicado a la carrera y sin una adecuada evaluación del riesgo, que la enfermedad primaria.
La ciencia ha pasado años tratando de buscar cómo recanalizar algunos vasos obstruidos, cada vez parece acercarse a mayores tasas de éxito, pero no retorna los vasos a su condición original, sólo destapa donde ha habido una lesión a riesgo ocasional de que una nueva se produzca en ese sitio o en el restante árbol vascular enfermo en largo o corto tiempo. Éxitos también se han logrado de forma limitada con medicamentos para reducir el progreso de la enfermedad
¿Un cateterismo puede limpiar las arterias?
En los cateterismos se busca evaluar los vasos y cuando es pertinente actuar sobre ellos (cateterismo terapéutico), expandiendo el área de una obstrucción con un balón y dejando – o no – una malla o stent. El uso de los Stents (pequeñas mallas cilíndricas que se expanden dentro de un vaso obstruido para aumentar su luz) ha venido cambiando en su diseño, materiales de fabricación (incluyendo fármacos que pueden contener) en la búsqueda de reducir la trombosis posterior a su colocación o a la reestenosis (nueva obstrucción tiempo después de colocado), en esta área han habido grandes avances y las complicaciones se han minimizado a favor de los pacientes que logran una mejor calidad de vida, pero no cura la arteria ni la limpia, solo aumenta su permeabilidad y es posible, en un determinado porcentaje de casos, un margen de riesgo de obstrucción posterior.
La mejor medida para evitar una obstrucción vascular en el adulto es la prevención que pasa por educar sobre los factores de riesgo. En el caso de los diabéticos su control metabólico es fundamental.
El manejo del tabaquismo debe ser multidisciplinario
No fumar es fundamental, el tabaquismo es una adicción y como tal debe tratarse. El fumador pertinaz suele activar sus mecanismos de defensa ante el conocimiento de que tiene una obstrucción vascular, probablemente para evadir alguna sensación de culpa, en el fondo siempre sabe que algún día el hábito tabáquico le pasará factura, allí la negación es muy frecuente y en ellos el fracaso de las medidas terapéuticas es alto mientras persista la adicción. Este trabajo es una difícil tarea sin duda que hay que abordar en equipo multidisciplinario de preferencia junto con un psicoterapeuta con participación del entorno familiar.
Medicamentos para limpiar las arterias
Cada vez hay más herramientas farmacológicas para reducir el riesgo vascular, no obstante hay que entender que el trabajo para el éxito ante la enfermedad para que esta se controle y no avance es multifactorial.
Aún no he visto placas de ateroma que reviertan, pero si que se estabilicen. Hay medicamentos que hablan de revertir parámetros como el espesor de la pared del vaso pero en ocasiones el cambio que se logra es igual a la variabilidad del método empleado. Por ello, siempre hay que pensar que la selección de tratamiento no es fácil, ni tampoco que van a desaparecer la enfermedad, que primero hay que buscar mejorar, los médicos nos indican los medicamentos de modo racional y bajo guías de buena práctica médica por lo que tomar una pastilla no puede ser un acto inconsciente producto de la conversación con un amigo o sugerencia del dependiente de la farmacia. En la actualidad no hay un medicamento para limpiar los vasos sanguíneos pero si medidas de prevención que buscan evitar el avance de la enfermedad junto a medicamentos que colaboran con ello y que el cambio de conducta forma parte muy importante del tratamiento que si da buenos resultados.
El camino más exitoso para limpiar las venas
El camino de la prevención es una tarea de toda la vida si deseamos que rinda frutos, debe pasar por un cambio real del estilo de vida que se internalice para siempre y no por unas semanas, el engañarse pensando que la dieta, el ejercicio y el resto de las medidas son por un corto tiempo, probablemente de modo subconsciente, forma parte del anuncio del fracaso, sólo se logra el éxito en la constancia y el cambio de actitud. La oportunidad de la prevención primaria se esfuma después de sentado un diagnóstico ya allí debemos pasar a las medidas de prevención secundaria muy importante para minimizar el riesgo de complicaciones.
También hay que reconocer que la prevención no es infalible pero sí muy buena, puede fallar ocasionalmente en algunos pacientes con una carga genética desfavorecedora (dislipidemias familiares, trombofilias, etc) o cuando se suma algún factor ocasional no deseado, por ello siempre debemos estar en guardia para brindar la mayor cantidad de educación posible. El ejercicio, cuando no hay nada que lo impida, es una de las medidas que ejecutada con disciplina durante años protege mejor al paciente.
El problema viene cuando queremos que alguien pose sobre nosotros una barita mágica, tal vez usar algún suero que nos infundan en un rato y que nos deje los vasos como nuevos, eso es irreal, costoso (en dinero, tiempo y salud perdida) y una carga más de decepción dura de aceptar.
Cuida de los tuyos, fomenta en ellos la prevención
Para los pacientes con obstrucción vascular les recomiendo no irse por las ramas, asistir a un especialista comprobado en enfermedades vasculares, insertarse en equipos multidisciplinarios, recibir con aceptación el diagnóstico y con optimismo las medidas terapéuticas, no buscar soluciones mágicas y aceptar que el trabajo por hacer es duro y lento pero da recompensas, que el cambio en el estilo de vida es eso, de por vida, y que miren a su descendencia portadora de sus genes y les brinden el soporte necesario para introducirlos en la prevención con miras al futuro de modo que la siguiente generación curse con mayor bienestar.
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